Introducción



Introducción

Renacimientos

La Ciencia y el Progreso

La Profesión como Servicio


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Cronología

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Alcance

Nuestro tema es el valor social del conocimiento y las profesiones. Consiste principalmente de reflexiones tomadas de pensadores claves del mundo occidental a través de los siglos, presentados en secuencia histórica. Esto no implica un menosprecio de otras culturas, pero reconocemos y celebramos la herencia específica de esta civilización.


El Valor Social del Saber

Una característica universal de la mente humana es la curiosidad. Siempre hay el deseo de saber mas sobre el mundo en que vivimos, de encontrar explicaciones a las cosas que pasan. En particular, tratamos de encontrar maneras de evitar que le pasen cosas malas a los que queremos: "El hombre siempre ha estado consciente de que vive en un mudo de peligros. Los cultivos fallan si llueve mucho o muy poco. Los tigres asechan por las noches. Las balsas se pueden virar... [Pero] hay una posibilidad real de seleccionar la alternativa mas prometedora, trabajarla, y aprender de la observación de las consecuencias."[1]


Esta causa tiene un fuerte contexto social. Cuando miembros de una comunidad mejoran sus conocimientos y artes, ellos comparten estas experiencias con los otros miembros para que el conocimiento combinado pueda servir de ayuda a todos los miembros. En las comunidades mas primitivas las artesanías se aprenden por imitación y aprendizaje, pero en la mas avanzadas la información se almacena en formas mas duraderas y seguras, como documentos escritos y, finalmente en mecanismos de memoria de computadoras.





Bibliotheca Alexandrina, Egipto
en cooperación con el
 International Internet Archive
Foto: Wikipedia

El conocimiento almacenado de la comunidad se le transmite a las nuevas generaciones, las cuales pueden añadir nuevos conocimientos a esta acumulación. A veces se pierde algún conocimiento, pero por general el conocimiento humano ha sido aditivo, y hoy nos beneficiamos de descubrimientos hechos hace miles de años.


La Ciencia y la Tecnología

Esta característica aditiva es especialmente efectiva en la ciencia y la tecnología. El valor práctico de los inventos técnicos aseguran su preservación hasta que se descubran técnicas mejores. Usando tecnologías acumuladas la humanidad ha podido controlar o aliviar muchas enfermedades y desastres naturales. Citando al filósofo escocés Adam Ferguson:


Las luces de la ciencia se comunican desde donde se originaron hasta los mas remotos rincones del mundo habitable. Los logros de un singular genio son de beneficio común a la humanidad, y toda la especie... coopera a un fin común de información, invención, ciencia y arte.[2]


Las Humanidades y las Artes

El valor social del conocimiento y las profesiones no se limita a las soluciones a problemas prácticos. También valoramos y compartimos las artes y los estudios que sirven para enriquecer el espíritu humano. Citando al autor medieval  John of Salisbury:


Además de ser placenteras, las letras son especialmente fructíferas en aminorar las molestias que resultan de las diferencias de tiempo y lugar. Atraen a amistades a la presencia unos de otros y reducen la ignorancia de cosas que es importante saber.  Las artes hubieran muerto, las leyes hubieran desaparecido, la fe y la religión hubieran sido quebrantadas, y hasta el uso correcto de la elocuencia hubiera declinado, si no fuera porque la compasión divina le otorgó a los mortales el uso de las letras como remedio a la debilidad humana. [3]


Raíces Clásicas

El mundo antiguo nos provee ricas tradiciones de profesionalismo. El primer profesional que conocemos por nombre fue Imhotep, ministro del faraón egipcio Djoser de alrededor del 2600 AEC. Imhotep diseñó el primer edificio de piedra labrada, una pirámide en Menfis. Es posible que también fuera médico y gozó de un gran prestigio en su país.


La mayor contribución a  la herencia del conocimiento de la civilización occidental la hicieron los griegos. Hipócrates (460-377 AEC) contribuyó a la fundación de la medicina. Aristóteles (384-322 AEC) organizó y desarrolló el pensamiento científico de su tiempo, y se le considera el fundador del método científico. Los romanos asimilaron la cultura griega y la divulgaron a través de sus conquistas. También hicieron aportes originales a la medicina, el derecho y la ingeniería.


Los pensadores griegos y romanos valoraban las artes en el desarrollo del espíritu humano. El filósofo y senador romano Cicerón nos habla de la humanidades y las letras como necesarias para lograr el mayor potencial humano.[4]


Los regidores griegos de la dinastía Tolomeica construyeron una gran biblioteca en Alejandría durante el tercer siglo (AEC) donde trataron de acumular el conocimiento de su tiempo. Esta biblioteca se mantuvo hasta el tercer siglo (EC) cuando desapareció debido a la carencia de fondos y apoyo. La foto al principio de esta página es de una biblioteca moderna nombrada en honor de este antiguo proyecto.





El Panteón Romano Pantheon
Foto: Wikipedia Autor: © Macrons

Cristianismo y Comunidad

El pensamiento social greco-romano asume que los principios de la ética social son asequibles a todos a través del uso de la razón. Pero el aplicar estos principios es otra cosa. A pesar de los conceptos sublimes de sus filósofos, Grecia y Roma acabaron como tiranías militares. En el contexto real de la civilización occidental, la motivación cristiana fue la que reforzó estos principios de civilidad. El amor al prójimo es ms poderoso que los raciocinios. El término que se usaba para denotar la relación entre los miembros de una comunidad cristiana era koinonia (comunión, hermandad). En el uso de estas comunidades, el termino significaba el ocuparse de las necesidades de cada miembro de la comunidad. 


La Caída de Roma

Al principio hubo conflictos entre la cultura romana y los valores cristianos, pero se pudo ir forjando una harmonía. Pero este proceso fue interrumpido por el caos resultante de las invasiones bárbaras que acabaron tomando el control del imperio occidental durante el siglo quinto EC. Algunos hilos de cultura sobrevivieron en exilios y refugios. Grupos de monjes en los monasterios del norte de Inglaterra e Irlanda se dedicaron a estudiar y copiar manuscritos clásicos.[5]


Un número de documentos científicos y filosóficos también se preservaron en el mundo islámico. Los árabes y persas tradujeron muchos de estos documentos e hicieron algunas contribuciones originales, sobre todo en las matemáticas. Mas adelante, cuando centros culturales islámicos en España y el sur de Italia pasaron al control cristiano, se formó un ambiente propicio para traducciones y otros intercambios culturales.


Las traducciones del inglés son mías.

[1] John Donohue, S.J., Work and Education, (Chicago: Loyola University Press, 1959), 73.

[2] Adam Ferguson, Principles of Moral and Political Science (Edinburgh: W. Creech, 1792),Vol. 1, , 36.

[3] John of Salisbury, Policraticus (Cambridge: Cambridge University Press, 1990), 3.

[4] Charles G. Nauert, Humanism and the Culture of Renaissance Europe, (Cambridge: Cambridge University Press, 1995), 12.

[5] Pierre Riche, Education and Culture in the Barbarian West (Columbia: University of South Carolina Press, 1976), 373-374.