Casa de don Gaspar Riberos de Vasconcelos

Obrapía esquina a San Ignacio

   

El primer registro de esta propriedad es de Beatriz Fernández Farias, quien se casó en 1637 con Gaspar Riberos de Vasconcelos, el cual le añadió a la casa el balcón y la portada con el escudo de su familia.  A la muerte de ambos, la casa pasa al Marqués de San Felipe y Santiago.  En la Segunda mitad del siglo XVIII, la casa y el título son heredados por don Juan Núñes del Castillo, tercer marqués, el cual amplia la vivienda y le da su forma actual. 

   

La entrada en la calle Obrapía abre a un zaguán o vestíbulo, el cual abre a una galería que da al amplio patio.  Esta galería esta sostenida por postes de madera, mientras que la galería del fondo, más moderna, está sostenida por tres arcos apollados en gruesas columnas toscanas.  La galería al fondo del patio comunica con un traspatio y caballerizas.  Al lado derecho del patio no hay galería, sino tres habitaciones, tal vez modernas, o tal vez de la sevidumbre.  El ala izquierda de la casa, que da a la calle San Ignacio, está dividida en locales abiertos al exterior.   El de la esquina tiene puertas en las dos calles y pudiera haber sido una tienda.    Los otros pueden haber sido almacenes o despachos.

   

La planta alta mantiene la misma  organización de las galerías. La habitación de la esquina tiene un puntal más elevado que el resto de la planta y un balcon corrido esquinero, dándole carácter de torre-mirador al estilo morisco. El frente lo continúa una amplia sala, y el espacio detrás del cuarto de esquina tal ves era un comedor, con dos habitaciones detrás de este y otra habitación y la cocina al fondo de la casa.

 


Foto © Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana


Fuentes: